C/Manuel Viola, Zaragoza

 

Las premisas iniciales al afrontar este proyecto consisten en unir en un solo espacio la cocina y el salón-comedor, conseguir un aseo extra, almacenaje de despensa próximo a la cocina, y flexibilizar la zona de dormitorios juveniles.

La primera decisión es invertir la situación de los dormitorios y el salón para poder comunicar éste con la cocina, tras la cual se genera una pequeña despensa. En la pieza que ocupaba el salón se ubican dos dormitorios y un pequeño aseo. La vivienda se articula en base a dos ejes; el que comunica el acceso a la vivienda con el salón-cocina y uno transversal a éste que une la zona de día con la de noche. Este segundo eje queda definido visual y funcionalmente por un pavimento de mosaico hidráulico que da continuidad a la intervención.